Todos sabemos lo que es el Bien y el Mal. Aunque, a veces, hacemos caso omiso del significado de estas palabras para conseguir aquello que nos interesa, en el fondo entendemos qué es lo que está bien y qué es lo que está mal. Y lo sabemos porque nos lo han enseñado. Ellos (padres, profesores, religión, gobierno, televisión, instituciones, etc.) se han encargado de repetírnoslo una y otra vez para que siempre lo tengamos en cuenta. Sólo haciendo las cosas que están bien y evitando las cosas que están mal, podemos ser buenas personas. Y por supuesto queremos ser buenas personas. O por lo menos queremos que los demás piensen que somos buenas personas. Podemos decir de alguien que tenga una autoridad sobre nosotros, que es un hijo de puta, un cabrón, un mal nacido, un estúpido retrasado, un desgraciado soplapollas procedente del vómito de un perro y demás improperios. Pero decir que es una mala persona sería pasarse. No lo decimos a menos que lo creamos en serio.
Si lo pensamos un poquito, caeremos en la cuenta de que las palabras Bien y Mal están muy presentes en nuestras vidas. De modo que si queremos hablar sobre este tema deberemos preguntarnos (me encanta preguntarme cosas) qué significan estas palabras. ¿Qué es el Bien y qué es Mal? ¿A qué cosas les atribuimos el término bien y a cuáles bla bla (sabéis lo que iba a decir)?. Bueno, podríamos mirarlo en el diccionario. Es como la fuente de conocimiento común. Pero para buscar esta fuente, este pensamiento único, deberemos remitirnos a la Wikipedia. La enciclopedia más utilizada en Internet. A la que casi todo el mundo (de aquellos que utilizan Internet, claro está) acude para conocer cualquier cuestión que se pregunte. Pero ya hablaré en otra ocasión de esta fuente de información. Sobre el Bien dice lo siguiente:
“El bien es el valor otorgado a una acción de un individuo, es una inclinación natural a fomentar lo deseable, motivado por una comprensión del entorno, de las personas (por ejemplo a través de un profundo ejercicio de la empatía) y/o de uno/a mismo/a.
¿Qué os ha parecido? Antes de considerarla, vayamos directamente a la del Mal.
“Mal es el término que determina la carencia de bondad que debe tener un ente según su naturaleza o destino. De esta forma, el mal es el valor otorgado a algo que reúne dicha característica, en ocasiones apartándose de lo lícito u honesto, perpetrando desgracia o calamidad, convirtiéndose en consecuencia en malo.”
También podría exponer la definición de estos dos conceptos desde el punto de vista de filósofos muertos, religiones extintas o cualquier otro que haya hablado sobre ello. Es algo sobre lo que se ha pensado mucho. Como ya he dicho, está muy presente en nuestras vidas. Por eso, no voy a aburrir al lector copiando y pegando opiniones, como también han hecho otros antes. Soltaré mi mierda y ya está.
En la definición de Bien de la wikipedia en Español, nos habla de ello como un “valor” que se otorga a aquel que fomente lo “deseable” de las personas y/o de uno mismo. Además, nos dice que es un instinto natural. Vaya. A lo mejor es la definición más correcta. No lo sé. Pero todo me parece muy discutible. ¿Y en la del Mal? El Mal es la ausencia de bien, y el valor que se le otorga a algo que fomente la desgracia. Vale, tampoco voy a perder el tiempo echando por tierra estas definiciones. Para eso está el maldito foro (qué lo es) de discusión de la Wikipedia. Tan sólo los utilizaré como punto de partida. Entonces ¿Qué son el Bien y el Mal? Valores que se otorgan. Se otorgan suena a impersonal. Pero en realidad, las cosas no se pueden autootorgar. A ver si me explico. El word empieza a tacharme en rojo. Mal vamos. (uy, he dicho mal, he otorgado un valor a mi situación ¿o se ha autootorgado la situación el valor malo? No, simplemente word ha dicho incorrecto, y yo lo he otorgado, vale,vale, más despacio…). Punto y a parte para aclarar ideas. Aoejfasodjfadojfqaoe. Qué os perdéis… seguidme.
Estos conceptos son valores. Los valores se valoran. ¿Quién valora? ¿Una muñeca hinchable usada? ¿El universo? ¿Un perro? A lo mejor valora si la comida es buena o mala. Entonces, los perros valoran. Hablaré de los perros más adelante… pero ¿quién valora y otorga los valores? ¿Quién crea Dioses y luego los envía al infierno? La maravillosa y apestosa humanidad. Otro tipo de perros. Por ejemplo, un insulto es una descalificación, es decir, una calificación. Bueno, pues mucha gente me dice que soy gilipollas. A lo mejor es verdad. Pero es una calificación. No un adjetivo. Yo soy moreno. Cuando estoy sólo en mi cuarto sigo teniendo el mismo asqueroso color de pelo (¿por qué no tendré el pelo del color del sonido?). Pero ¿sigo siendo gilipollas? No es una enfermedad. No se puede demostrar que sea gilipollas. Algunos pueden considerarme el puto amo, mientras otros pueden considerarme gilipollas. Pero es un valor que me otorga el ser humano. Sin humanidad, dejo de ser gilipollas, subnormal, bueno o malo. Estaréis pensando… que sí, que ya sabemos a dónde quieres llegar…..calma, ¡calma joder, ya voy al grano!. Es el ser humano quien otorga los valores del bien y el mal. Un valor positivo y otro negativo. Como plagiado de la electricidad. Está claro.
Vale ¿y en base a qué otorgan esos valores? ¿Por qué otorgan esos valores positivos y negativos? Por fomentar lo deseable o lo indeseable. Y otra pregunta más e intento escribir sin preguntas. Lo prometo. ¿Qué es lo deseable? Lo que nos conviene. Voy a intentar hablar de la humanidad en general. No voy a ignorar la cultura del hombre, pero seguro que en cada rincón del planeta cada pueblo tiene su concepto de bien y mal (incluso cada humano). Por eso, hablaré de los conceptos globalmente establecidos (y ya sabéis cómo se establecen las cosas) a nivel colectivo. Una vez he aclarado el sujeto, nos preguntamos por el objeto. A la humanidad le conviene la subsistencia. Continuar y crecer y permanecer inmortal en el tiempo. Es decir, queremos vivir, disfrutar la vida, y que nuestros hijos (muy probablemente los tendremos, aunque digamos que no) vivan, y así, así, hasta que todo se vaya al caralho, y cuando más tarde sea eso, mejor. Como cualquier otra especie animal. Ya veis, detrás de unos conceptos filosóficos, subyace la biología del planeta. Se trata de sobrevivir. El mundo natural es capitalista. Sólo sobreviven los mejores. Qué curioso, el neoliberalismo irresponsable proviene directamente del instinto. La solidaridad es lo cultural, lo antinatural ¿o no?.Pero ya hablaremos del capitalismo en otra ocasión. Y también dejamos más adelante lo del instinto y la cultura. Por eso he dejado lo de los perros. Madre mía, que cacao que llevo….
Creo que me he perdido. Vale, a ver, vale. Sí. Espera. Sí, vale. Tenemos un deseo biológico. Un objetivo a largo plazo. Sobrevivir. El conocimiento del bien y el mal nos ayuda a alcanzar este objetivo, a la vez que marcan las reglas del juego. Si queremos sobrevivir, tendremos que hacer el bien, pero si hacemos alguna cosa mal, moriremos y nos quemaremos en el infierno sufriendo una lenta y larga agonía. Vera sophia….
¿Y cómo se hace el bien? Ayudando al prójimo y a ti mismo. Parece un problema y una solución. Una absurda ecuación. Si A se suma 1, será A+1, de lo contrario, sería A0 o incluso A-1. No, amigos míos. Esta mierda matemática no puede ayudaros. A no ser que introdujéramos variables, bla, bla. Y tampoco. Por ejemplo. Tienes que ayudar a un grupo de gente, pero al hacerlo estás condenando a otras personas a la muerte. Y viceversa. Tienes simpatía por ambos grupos. Desde tu punto de vista y tus convicciones morales, ambos se lo merecen (acabo de recordar que no había mencionado la palabra moral). ¿A quién salvas? ¿Cuál sería la buena acción? ¿Dejarlos morir? Que respuesta más estúpida jajajjeajejaejaejaejej En el mundo real, los grupos no serían exactamente iguales. Cómo tampoco las acciones pueden ser esencialmente buenas, o esencialmente malas. Nada es blanco o gris. Hay toda una paleta infinita de tonalidades grises. Las matemáticas no pueden resolver todos los problemas, porque no todos los problemas pueden ser resueltos, ni tienen solución (aquí podrían discrepar muchos).